Ayer en medio de la noche me sedé el cuerpo entero, sonaban las canciones más tristes, mis párpados caían poco a poco, me intentaba levantar para ver la luna pasar, no vi la luna pero me derrumbé en la tristeza más profunda de la que no quería escapar, me tomé otro sedante para ver qué tan fuerte me estaban golpeando en la herida, estaba viviendo mientras me desplomaba una y otra vez sonriéndole a la vida, me encontraba ahí, en el piso, acostumbrándome a ello por qué lo que más duele, estará siempre contigo, empecé a sentirme aliviada, ligera y caí en un bucle de sensaciones donde mi cuerpo se desvanecía y no volvía.
Pasaron las horas más tranquilas de mi vida.
