Seiko 3000 - Capitulo 52 - la
Misteriosa Sombra Morena
Inés van Utter era la hija mayor del director de la COGESEK, Kladius van Utter y era, desde hacÃa 3 años, piloto de Almindrens. Los Almindrens eran lanchas acuáticas especiales para carreras y muy peligrosas. Además de la maldición varonil (cualquier piloto masculino, no podÃa correr con estas máquinas) cada máquina decidÃa quien la pilotaba. La mujer que mejor sincronÃa aportaba, acababa siendo el fichaje para la temporada. El año anterior su equipo, Comet COGESEK Team, habÃa conseguido la 2ª plaza en el campeonato por debajo de la escuderÃa Integra & Co. Y su piloto primeriza además de ser soldado de las US, Marina Gálvez de Ferder, habÃa conseguido la gloria el anterior año. Inés, de carácter duro y muy ambicioso, nunca pudo admitir la derrota y al finalizar el campeonato del año pasado rescindió el contrato y ficho por Deovosio. Éste era un equipo que le habÃa ganado el trofeo al equipo Brilla (el más laureado) en el 2997. Aunque acababa de firmar con el equipo que a punto estuvo de descender de categorÃa el año pasado (2998). Su presidente y manager, Soltan hed-Hamed, excéntrico millonario y empresario agresivo, blindo a su estrella con una cláusula de varios millones de Tc.
Pero esta morena de 26 años guardaba algo que sólo su familia podÃa saciar. Era una asesina a sueldo, despiadada, calculadora, imperturbable e impertérrita.
Trabajaba el resto del año asesinando a personas que su padre le encargaba. Generalmente, eran aimieranos fugitivos que su padre y sus contactos habÃan localizado tras pesquisas y con La Fuerza de su parte.
Cuando daba con alguno de ellos, éste tenÃa dos opciones. Morir o trabajar para la COGESEK. Muchos preferÃan sucumbir bajo su pistola antes que trabajar para “su” enemigo. Nunca lo entendió pero tampoco le importaba no saberlo. Ellos eran su “objetivo” y jamás conseguirÃa el corazón de su padre si se apiadara alguna vez del objetivo propuesto. El puesto, a la derecha de su padre, le habÃa correspondido a su hermano, Ujier, del que tenÃa unos terribles celos. El muchacho más joven de la familia, de un año menor que Inés, era general de La Fuerza y su “hombre” de confianza habÃa fallado estrepitosamente al intentar dar caza al grupo de los aimieranos en la VÃa Campeona. Ahora las cosas habÃan cambiado y era su padre el que habÃa tomado cartas en el asunto de la persecución. Cómo no, no culpo a su hijo al mandar a casi todas las fuerzas operativas a Montepez a dar con los fugitivos y fracasar en el intento. Ni siquiera al que habÃa organizado el plan, VÃctor VacÃo, el capitán y subordinado de Ujier. En vez de eso, les llamo para que fueran personalmente ellos dos tras los aimieranos, a Balcania, donde se les localizo hacÃa unas horas. Sólo que ahora serÃa Inés quien les diera las órdenes. Ésta tenÃa pensado un plan de vanguardia y retaguardia para los hermanos aimier. Mientras ella podrÃa trampas para detener su avance, ellos irÃan a la zaga, pisándoles los talones y eliminarles.
Inés se habÃa especializado en armas de largo alcance y era una seductora letal. Una verdadera asesina cruel y despiadada.
Los prolegómenos de su esquema fueron lo que menos les gusto a sus oyentes.
Mientras Ujier bostezaba y VÃctor miraba el reloj. Inés dio un palmetazo en la mesa.
- ¡Eh, imbéciles! ¿Os habéis enterado?
- Puede que sÃ, puede que no – dijo, distraÃdo, Ujier - ¿Qué más te da?
Una sonora bofetada le tumbo en el suelo con su propia silla. VÃctor observaba la escena sin hacer nada. Inés agarro a su hermano de la camisa, aplastándole.
- Si quieres ofrecerte en bandeja de plata a nuestro padre, ya te estas largando. Pero si me sigues, no me hagas perder más el tiempo contigo y tus memeces.
- Te repito ¿Qué más te dará lo que yo haga?
Inés le apunto con su pistola. VÃctor se levanto pero el tiro fue más rápido que él
- La próxima vez será en la bragueta – dijo Inés tras dispararle cerca de la cabeza.
Eran las 9 de la noche en Halaria y empezaba a refrescar. Aunque estaban cerca del ecuador del planeta, estaba en el hemisferio Sur y en Halaria regia un tiempo otoñal bastante frÃo, más debido a la cercanÃa del mar. Esta ciudad del Oeste de Balcania era conocida como la ciudad de los contrastes dada a la diferencia entre la fastuosidad de los grandes edificios de los ricos y las barriadas de los pobres. Además de integrarse en barrios altos, aquellas barriadas tenÃan en común un interesante modo arquitectónico. Aparte de las moles de edificios de protección oficial habÃa rascacielos formado por pilas de cabinas prefabricadas que alcanzaba una altura superior a la decena de plantas. Y dentro de cada planta, habÃa bares, farmacias, supermercados y otros establecimientos en ciertos edificios. Como era de noche, el alumbrado doto de luz a la ciudad dividida. De hoteles lujosos y bien iluminados a las cochambrosas instalaciones de los barrios pobres y los atestados postes que mantenÃan miles de cables. Sus calles bullÃa el rumor de los coches y de la gente que salÃa a pasear en los barrios ricos y el caos que se vivÃan en las calles pobres donde los vagabundos surgÃan por doquier o alguien salÃa corriendo tras hacer alguna pillerÃa.
TenÃan frÃo pero al menos, algo de dinero y el grupo salvador se dirigió a un hotel cercano al puerto para pasar la noche. Para no advertir de que dos muertos pululasen por Halaria, decidieron que Fran y Roberto reservaran unas habitaciones (una triple y otra doble). Cuando las tuvieron disponibles, subieron a la décima planta del hotel Mirástropo de la cadena hotelera deLuxe y dejaron a los hermanos aimier en la habitación doble mientras que los demás fueron a la triple.
- Me parece increÃble esta ciudad
Alcoida miro a su hermano sin decir nada. Salvador estaba mirando por la ventana viendo el sobrecogedor panorama. Salvo las barriadas de cualquier ciudad de Ramber, que eran bajas o tiendas de campaña, no habÃa visto construcciones de tal envergadura. ParecÃa que era una “Jamber” de los pobres.
- Tras la imposición del seiko – dijo Alcoida – muchas minas cerraron dado a que la obtención del mineral era menos rentable que la recolección del seiko. Como en Balcania, la administración es muy diferente a la de Ramber, el gobierno jamás permitió un monopolio de la COGESEK. ¿Qué crees que paso?
Salvador le devolvió la mirada interrogante, falto de respuestas.
- Hubo y sigue habiendo, un debate sobre ello. Los cabrones de la COGESEK no tuvieron suficiente con hacer unas cuantas plantas convertidoras. QuerÃan llenar el continente con toda una red continental de peligrosos convertidores.
A Salvador le basto con recordar lo sucedido en Agreste para poderse hacer la idea del peligro de toda Balcania y sus cientos de convertidores (Balcania era tres veces más grande que Ramber)
- Como recordaras, el Seiko se descubrió a primeros del 2975. Fueron en los años posteriores cuando se extendió rápidamente por nuestro paÃs y entre 2979-2980 llego aquÃ. Fue cuando se inició el debate.
A Salvador le salto la duda que cualquiera tendrÃa al escuchar ésta historia.
- ¿Quieres decir que llevan más de 20 años cerradas las minas de mineral aqu�
- ¿De que te sorprende? ¿No te acuerdas de lo que Doxyo nos dijo? – Pregunto Alcoida con un deje de desesperanza – Los ustules nos quieren controlar como sea.
Impotente, Salvador le costaba hacerse a la idea que aquellos pobres residentes en vetustas casas en sinistro balanceo, fueran mineros despedidos hacÃa años que no habÃan encontrado un trabajo en el que poder obtener un sueldo como el dado en las minas (en antaño, casi 100.000 Tc. Lo suficiente como para dar de comer a una familia completa). Alcoida miraba al suelo.
- Todo lo que invirtieron nuestros padres, ahora se han convertido en ideales perseguidos y vilipendiados. Nadie parece creer en sà mismo y se abandonan a esta forma de vida – dijo, alzando la cabeza y señalando a la casa pobre más próxima al hotel – Y solo unos pocos pueden acceder a la COGESEK como empleados…
Salvador le miro atónito. TenÃa razón. A menos que pudieran lograr los libros, el mal que habÃan sembrado los ustules a razón de su venganza, acabarÃa con todo.
Una femenina sombra morena miraba con prismáticos a la pareja. Y, luego, sonrió.