Seiko 3000 - Capitulo 70 -
Burocracia
Admenistrion Nueva era lo que quedaba de una de las cinco grandes ciudades anteriores a la caÃda de Troyana. Tras la guerra de los 3 siglos y las catástrofes naturales, su orografÃa era abrupta. Sobre todo porque se componÃa de un pequeño archipiélago rodeado de canales de distinto tamaño. El centro suponÃa la isla Central y allà estaba el palacio de los jueces, centro neurálgico de la ciudad. Al norte de ésta, estaba el Gran Canal, usado como estrecho entre el Mar Central y el resto de los paÃses al este y uno de los mayores puertos de toda Balcania, el de Gilero. Al oeste estaba la bahÃa del recuerdo con su puerto de pasajeros y algo más al sur, la montaña Sagrada del Recuerdo, donde le hallaban restos de la antigua ciudad, cementerios antiguos y el gran cementerio de los héroes donde residÃan los féretros de héroes salvadores de Balcania en la guerra.
Al este estaba la isla V, por su curiosa forma en vértice, Ilera, una alargada isla que albergaba a la clase alta de Admenistrion y Pangea, una gran isla que se expandió tras dinamitar la montaña y crear más extensión para los nuevos habitantes y una floreciente industria. Al sur se hallaba el nexo de la gran capital con Balcania, el continente. Admenistrion Sur estuvo asediado durante la guerra pero, gracias a la fuerza de la tierra y que el canal que separaba el norte del sur no era lo suficientemente grande como para que la poderosa marina de los sly les atacaran, el sur fue para tierras de cultivo. Hoy por Hoy, la antigua industria tenÃa todas las cartas para trasladarse a Pangea o a las afueras de los términos municipales del sur para ceder ante un centro financiero que se extendÃa hasta las lomas del monte Bur-Masiss. Al otro lado, también al este, otro paÃs limÃtrofe, estaba dividido por un basto canal. Ardenas era una gran isla triangular que bifurcaba el gran canal de Aero, al sur, en dos. Una hacia Ossos y Camos, y otra, con la que se dividÃa, con Admenistrion.
La vida estaba sobre todo centrada en el Palacio Judicial donde, a falta de un mes se cerrarÃa el plazo de recursos y apelaciones ante el debate de la energÃa que habÃa sido cerrado en Marzo. Aquel 29 de Abril fue uno de los más extraños para Kilerio. Acababa de decir que los jueces no perseguirÃan a unos fugitivos y sÃ, a sus perseguidores. ¿Por qué tomar esa decisión tan absurda? ¿Por qué no ir directamente a por el grupo terrorista de Ramber? Pensaba Kilerio en su interior. Estaba en los despachos generales de la junta superior de los jueces para entrevistarse con su superior del sector oeste, Auguas Pigmeo.
Los jueces se dividÃan en dos departamentos. La Junta Superior eran los encargados de gobernar y eran el sistema jurÃdico superior. Rara vez, salvo en el debate de la energÃa, intercedÃan en mandatos y órdenes judiciales. Para ello, la Cámara Baja, o Cámara de los Comunes, se encargaba de la justicia en toda Balcania. Como director del sector oeste, mediaba como gobernador en BahÃa Cost pero también, como juez supremo entre el aparato judicial en determinados casos. Aunque le fueran bien las cosas, siendo padre de dos niños de 12 y 7 años, y tuviera cierta reputación, el desconcierto ofrecido por sus superiores merecÃa una explicación. Una fácil explicación.
Al llegar al magnÃfico despacho de Auguas se encontró, de sopetón, a Hoxyo Adudmited Al-Hamed, tan bajito como su hermano gemelo Doxyo. Auguas, con su impertérrita barba blanca instó a que Kilerio se sentase junto a ellos.
- Lamento que no te haya ofrecido una explicación a ese comunicado de prensa
- Sólo vengo a conocer los motivos, señor – respondió agriado, Kilerio
Auguas se dejó vencer en su poltrona y señaló a Hoxyo con la mirada. Kilerio le miró con aversión desde aquel momento. Hoxyo no se dejo intimidar.
- Veras – dijo tras un momento, Hoxyo – El grupo “terrorista” buscado en Ramber no es otro sino uno formado por dos Aimier Directos. Salvador y Alcoida…
Kilerio permaneció en silencio, parecÃa que no se lo creÃa y que Hoxyo tendrÃa que convencerle de ello, otra vez. El director de ODISEUM de Balcania volvió a hablar.
- Si no te lo crees, toma – le dijo entregándole unas carpetas abultadas – Dentro veras a viejos conocidos de Ramber. Son fotografÃas conseguidas en Halaria y Vendaval. Las últimas son mejores porque un grupo US de Ramber, se ha aliado a nuestra causaÂ…
Aparte de la sorpresa de que el ejercito ayudase a ODISEUM, un órgano que Kilerio consideraba misterioso y sombrÃo, hojeo varÃas fotos y archivos del perfil de cada uno de ellos. Estaba Ujier van Utter, general de La Fuerza y el hijo de Kladius, el director de la COGESEK. En la ficha ponÃa un “FALLECIDO” y se acordó de la situación. Un general célebre, en un paÃs que detestaba al Seiko por las penurias que les estaba acarreando, asesinado de un tiro en la cabeza, en un suburbio y visto rodeado de gente extraña. El director (su padre) habÃa dicho que fue vÃctima de un chantaje y que sus hombres jamás pudieron rescatarle a tiempo. Se suponÃa que el secuestro fue una buena coartada y, él mismo, archivó el caso.
El segundo era un miembro de La Fuerza bautizado como VÃctor que se encontraba en “PARADERO DESCONOCIDO” y era un Montepez convertido por los ustules y la COGESEK que habÃa conseguido eliminar, con sus manos, a toda su familia salvo a un miembro, que se refugió en la propia región natal.
Cuando vio la cara del tercer personaje, o lo que se podÃa definir como ella, le dio un vuelco al corazón. Gabriel, el famoso asesino y caza-recompensas, vestido con una indumentaria extraña daba órdenes a unos cuantos hombres armados en lo que Kilerio pudo reconocer por la arena como un pueblo cerca del Desierto Central. Aquel escurridizo cabrón se le habÃa escapado varias veces y gracias a algún chivatazo a última hora. Estaba causando estragos en la zona de Halaria, su centro de corrupción tras haberse trasladado de Industrial y de su anterior jefe.
Quien le causó una mayor sensación de desconcierto fue a Carlos Taraca Ustul, girando la cabeza, dejando entrever sus facciones a la cámara antes de entrar a un furgón negro. ¿Qué hacÃa el principal asesor Ustul allÃ? ¿Se le habÃa ocurrido contratar los servicios de Gabriel para atrapar a esos Aimier? Y pronto saltó la duda
- ¿Qué pinta Carlos en todo esto?
- Algo evidente – anunció Hoxyo – Desea dar con los Aimier antes de que consigan dar con la clave para eliminarles.
- ¿Eliminarles? – Preguntó asustado - ¿A los ustules? ¿Por qué?
Aunque eran quienes le convencÃan de que no ocurrÃa nada en Halaria, nunca pudo evitar que su corazón les negara atender a sus razones. IntuÃa algo maloÂ…
- Los ustules – intentó explicar Auguas, tomando el turno de palabra – desean que su poderosa energÃa se sobreponga al mineral. Sin duda parece haber algo detrás de ello. Sobre todo, desde que Kladius se atribuyera el merito de la investigación de dos aimieranos, o simpatizantes de ellos, como Yuri y Nicolae que permanecen desaparecidos desde hace más de 20 años ¿No crecen las dudas en tu interior?
Con esas palabras parecÃa despertar de un engaño. Sintió haber sido un tÃtere en manos manipuladoras y sintió rabia interna ¡Un juez dirigido por manos extrañas!
- Me siento manipuladoÂ…
Nadie pudo responder ante aquella evidencia de Kilerio. Hoxyo siguió hablando.
- Pero puedes ayudarnos, vista tu redención, Kilerio
- ¿Qué queréis?
- Necesitamos que garantices el campeonato de Almindrens de junio. Necesitamos que estés atento a cualquier incidencia durante los eventos y de sus fases previas
- ¿Por qué? – Sabiendo que podrÃa centrarse en ello, querÃa saber la razónÂ…
- Foto número 7 – dijo Auguas
Kilerio buscó el número. En ella, una mujer con el pelo largo y moreno daba la espalda a la cámara. Por más que pudiera hacer conjeturas, no supo quien era
- Es la única foto de ella – declaró Hoxyo – Se deja ver muy poco pero sabemos que mando a varios matones a la morgue tras el incidente de VÃa Campeona
- ¿Y?
- Es una frÃa asesina a sueldo. Si alcanza a los Aimier, no dudara en matarles