Ya oigo como se anuncian a lo lejos, como alumbran el cielo, puedo sentir su fuerza, su paz. Momentos antes del comienzo todo se sume en una engañosa calma que se rompe con la caída de la primera gota tras la cual vienen las demás. Con suma rapidez caen una tras otra, a centenares, mojando la calle, los árboles, todo aquello que se encuentra a su alcance. Lentamente me acerco a la ventana de mi cuarto y mientras corro la cortina veo con claridad el caer de un rayo, impresionante. Sin prisa, abro la ventana al máximo, igual da que me moje no me vendrá mal refrescar mis ideas, no importa que mis cosas se empapen. En este momento lo único que deseo es ver llover, oír su caer, sentir esas gotas en mi piel, sobresaltarme con los truenos, deslumbrarme con los relámpagos y estremecerme con los rayos.
Solo quiero ver llover.
Relajarme, abandonarme por unos instantes en la contemplación de tan simple espectáculo que hace enmudecer al mundo cuando se cierne sobre él. Tan hermoso como aterrador, visto desde la ventana de mi antigua habitación, en aquel décimo piso, resultaba sobrecogedor.
KETNE; Te pasa lo mismo que a m?, si por algo me permito ser seducido, es la lluvia. Me fascina todo cuanto puede nacer de este fenomeno natural. "Te has referido a la lluvia de forma excelente"
Un Saludo...
