Cuando te ví, fui hacia ti.
Muchos me hablaban mal de vos, pero acudí igual: te necesitaba.
Pasé mucho tiempo añorándote, pues te imaginaba ideal, como los sueños en las películas yanquis.
Verte fue una experiencia maravillosa. Mi boca se unió a vos, en un éxtasis de placer. Mi vida estaba salvada con tu llegada. El vacío que tenía se había llenado.
Pero luego del encuentro, sentí algo en mi interior.
Un pesar, una sensación de malestar.
No pude tolerar eso que me dejaste.
Y así como entraste en mi vida, te expulsé.
Y haré caso otra vez, no seré cabeza dura:
No vuelvo a comprar un choripán en la estación Constitución!!!
jajaj tengo que reconocer que me hiciste re?r. De chico me pas? algo parecido en el parque Centenario.