Se llevo la mano a la boca, y como si fueran dulces engullía los bichos, cucarachas, moscas, lombrices, escarabajos, mariposas y cuando se sentía satisfecho buscaba la manera de encontrar mas.
Era una persona normal con ojos, uñas, saliva, orina y todo lo que las personas normales tienen, también tenia trabajo, lo cual le hacia un ciudadano excepcional, a pesar de esto no era perfecto, por sus habitos.
Ya lo viste, era un come bichos y todos los días en momentos específicos solía vomitar a las personas y los cubría de pies a cabeza con el repugnante resultado de su digestión insectívora y como es normal cuando esto ocurre, el vomito era absorbido por la piel infectando la mente de las personas.
Así van pasando los días y el podría dejar los bichos (y lo ha intentado) pero siempre hay alguien que lo vomita, otro come bichos y esto lo molesta a tal punto que ha optado por dejar las moscas y cucarachas por comer escorpiones y cienpies para tener un vomito letal.
Quien diría... al final de sus días solo lo acompañaron los bichos porque todos a su alrededor estaban ocupados, comiendo bichos y vomitándose.
Una historia interesante... me gusta el estilo!
Saludos!