Presente, momentos que no terminan. Más cerca de lo que no estaba ya, más lejos de aquí.
Momentos que me devuelven a la casa con flores en sus cristales, sus ventanas.
Donde quedó el piano, donde me senté alguna vez. ¿Se puede recordar así una puerta? Si, si era la correcta.
No encuentro lo que busco, no sé ya donde buscarlo.
Todo me lleva a nuestra puerta, a tu jersey, mi colonia y mis quejas.
Me odio por sentirme encadenada a un pasado que no me suelta. Mi presente me lleva una y otra vez allí. Al mismo sitio. Al mismo tren, la misma estación, las mismas calles.
Porque la vida no nos avisa cuando estamos viviendo momentos maravillosos? Porque no cambia el orden de las lecciones? de las cosas?
Me lleva a la noche, donde me acurrucabas. Donde preparabas todo para mí, me mirabas con ternura infinita, me cuidabas como lo que ya olvido, me cuidabas como se cuida a lo único que ves. Y es que tus ojos se reflejaban en mí.
Fuiste mi compañero de al lado, y todo murió, todo termina. Lo sé. Pero porque tiene que ser tan doloroso?
Cuando parará el dolor de no tenerte, el dolor de los momentos presentes que no manejo. Sentirme tan poco reconocida.....en mi vida.
¿Por qué te dejé morir?
Por qué te deje marchar?
Desde que te fuiste todo fue perder. Pierdo constantemente. Pierdo.
El mismo tren en mis pensamientos me devuelve una y otra vez a esa estación donde me esperabas y ya no estarás jamás. Ya no esperarás más.
La vida terminó contigo, intenté luchar contra eso, pero no pude, mi presente siempre me lleva al mismo lugar, donde soy infeliz, donde no me reconozco, donde nunca más me miraron con ternura, donde mi primera vida murió.
Daría cualquier cosas por volver atrás, incluso sino se debe.
Volvería.
Una y mil veces y siempre.
Las calles, donde sin saberlo fui tan feliz.
