TusTextos

La Sonata Del Todo

La sonata del todo

Al comienzo solo existía la oscuridad, se sentía muy sola ya que no tenía nadie con quien conversar, con quien sonreír, con quien contarle lo que sentía. Pasaba su existencia, pensando si había hecho algo no correcto para merecer tal castigo, a veces lloraba a algún ente, pidiendo comprensión o mejor dicho ayuda, pero nadie la oía. Así fue, como su existencia iba pasando.
Mientras recriminaba a un ente superior sobre su existencia solitaria y triste, vio a su alrededor una pequeña esfera blanca, del porte de un poroto. Ella se sorprendió y se dirigió directamente a esta esfera. Tenía ganas de tocarla, no lo hizo, tenía ganas de hablarle, no emitió una sola palabra, tenía ganas de abrazarlo, no pudo mover sus brazos. Atónita se quedó contemplándolo, como una madre observa a su hijo mientras duerme. Así siguió pasando su existencia, contemplando a esa pequeña mota blanca.
Su corazón se centraba en el cuidado de esta pequeña mota, se dio cuenta que no hacia ningún sonido o movimiento, simplemente estaba ahí. De una forma calmada la mota se encontraba, era como si esa simple mota representaba la paz que buscaba, se sentaba a su lado y la contemplaba atenta, curiosa, anhelando el momento donde esta mota hiciera algún movimiento o sonido, pero esto no paso.
El sentimiento por esta mota creció a medida que la nada crecía, su anhelo, su cariño, su amor, todo lo anterior se volvió cada vez mayor, pero un sentimiento nació en la nada, la necesidad. La necesidad de tener un compañero o alguien no solo a quien anhelar, sino también a quien entregarle sus sentimientos.
La nada ya no aguanto lo que sentía, pero algo inundo su ser, que pasaba si tocaba la mota, tal vez se rompería, la nada no aguanto eso, pero la indecisión tocaba a su corazón, estaba entre la espada y la pared. No aguanto más y la toco, en ese momento la mota se empezó a resquebrajar, la nada sentía unas ganas inmensas de llorar, la había embarrado. Cerro sus ojos y una lagrimas inundaron su cara.
- Abre los ojos Nada, escucho ella
La nada abrió los ojos y su corazón se detuvo por un instante, vio luces girando alrededor de ella, polvo a su alrededor, los cuales poco a poco se juntaban. Era una danza de cosas que a veces chocaban para no volverse a separar. Una voz apareció dentro de este revoltijo.
- Este es un regalo para ti, por todo tu amor y cariño que me diste mientras estaba en esa mota, espero que te guste.
La nada vio que poco a poco la oscuridad, que alguna vez fue su hogar desaparecía alrededor, para ser cambiado por luces maravillosas que giraban alrededor de ella, danzando. De este baile luministico un ente apareció, le dio la mano a ella y la invito a bailar.
Es así que el todo y la nada bailan en una fiesta de colores y sonidos alrededor de estos 2 personajes, saben muy bien que algún día volverá a ser como antes, pero ahora sabe la nada que nunca volverá a estar sola ni ahora ni nunca.
Lightfenix18 de febrero de 2016

Más de Lightfenix

Chat