Mil gracias, Voltereta, tu comentario es breve, pero muy preciso en sus apreciaciones del poema y me deja claro lo que a uno, porque lo escribe, le cuesta ver. Un abrazo.
Pero miro desde mi ventana, en la distancia,
y la dulce agonía retrocede ante el paisaje
de mis ojos abiertos al mundo, devueltos
a las cosas que crecen, poderosas
y crepitantes de cantos y esperanzas
Magnífico como siempre Lobosluna, a pesar de que lo querías alegre, te salió melancólico.
No puede salir agua de la vasija donde pusimos vino.
Pero vino del bueno.
Del que maduraron los siglos en el silencio de la meditación y la bodega.
Del que nació de lo más profundo de tí.
Te recuerdo y te admiro Lobosluna.
Gracias por millonésima vez Mejora, mi amiga fiel. Sí, intenté la alegría, pero aún, como dice el poema, estoy convaleciente. Igual hay algo de dulzura y calma en la convalecencia ya, eso es lo importante. El próximo deberá capturar, supongo, la esperanza y la alegría, si todo sigue su curso en este mundo. Un abrazo enorme de este junco solitario en la ribera de esta agua.
Mejorana, me comí una de tus sílabas. El hambre de expresarte lo que siento por ti, nada más.
Un magnífico poema, tiene de todo y todo lo que tiene me parece bueno, tiene fondo, tiene cadencia, tiene ritmo, está bien escrito y lo más importante es que llega y además de una manera notablemente bella.
Me lo llevo a favoritos.
Un saludo.