Que hacer cuando no ves las cosas claras, cuando todo el mundo te dice lo que ve pero tú no ves lo mismo. Hay muchas veces que pasan estas cosas, pero rápidamente decides que hacer. Aunque hay otras ocasiones que no es tan fácil decidir que hacer porque aparecen los sentimientos.
Cuando intervienes los sentimientos todo se vuelve más difícil y no te sirve de nada lo que te digan los demás, porque tú mismo te creas tus paranoias o tus pensamientos y no hay quien te saque de ahí.
Hay momentos en los que te dejas llevar por los sentimientos. En otros momentos actúa con más fuerza la razón, la que supuestamente te dice cual es le camino a seguir para salir lo menos dañado de esa situación. Cuando ya parece que ha ganado la razón y que te olvidas de esos sentimientos y pasas de ellos, te encuentras con alguna señal que te hace pensar que lo que estas haciendo no es lo correcto y que es mejor dejarse llevar por los sentimientos.
Tienes momentos de frialdad en los que piensas que lo mejor es una mezcla, dejarte llevar por los sentimientos pero con ayuda de la razón. Finalmente optas por seguir igual que estabas antes y te das cuenta de que cuando te dejas llevar por los sentimientos es como si estuvieras soñando despierta. También te das cuenta de que esos pensamientos te están afectando a todo lo que haces, ya sea de manera positiva o de manera negativa.
Esta situación sabes cuando empieza pero no sabes cuando va a acabar, cuando menos te lo esperes habrás vuelto a tu vida normal. A veces después de pasar por una situación así cambian las cosas, forma de actuar forma de tratar a los demás, estos cambios pueden ser conscientes o inconscientes. No se puede hacer nada para evitar estas situaciones, ya que por mucho que tengas la mente fría y no te dejes llevar por los sentimientos, siempre tienes un momento de debilidad en el que te pueda ocurrir.
Tampoco se sabe quien va a ganar la batalla sin los sentimientos o la razón, pero gane quien gane hay que pensar que lo ha ganado es lo mejor opción que nos podía ocurrir.
