El corazón derrama lágrimas de tinta
cuando el alma se ha secado,
los ojos traen tu rostro en las personas
cuando la memoria te sigue recordando,
y el viento manda falsos mensajes a tu lado.
La noche arranca unas cuantas gotas saladas
y el día dibuja falsas sonrisas,
la música trae ilusiones trazadas en humo
y el silencio las borra con un soplar.
Las palabras te nombran código
y los sollozos buscan tu nombre gritar,
y el corazón insiste
aunque la mente se quiere resignar.
Espío tus pasos desde las sombras
sin siquiera poderte ver,
imagino el sonido de tus pasos
cuando te aproximes a volver.
Sueño tus labios volver a besar
y tu perfume oler,
alucino tu tacto al abrazar
y tu figura poder ver,
quiero tu voz escuchar
y en tus mano mi soledad perder.
Que difícil es hablar con la pared...