Una Vez que Pasó El Avión
Escribí Esto
Entonces se nublaron las flores,
ardieron los bosques,
y las bestias callaron.
No hubo jinete,
ni alfiles, ni damas, ni peones, ni torres capaces de detenerlo.
Apenas unas plegarias, como siempre que sucede una cosa así,
y no hubo ángeles, ni dioses, ni semejantes nombres sobre la faz de la tierra.
Los hombres abandonaron sus jueguetes,
y las mujeres sus cuchillos,
y se perdieron todos los cordones.
Como estampidas, al unísono, sonaron todas las campanas que habitaban el mundo,
y huyó el viento, y los fuegos,
y las aguas,
y el Ser
calló.
No hubo bandera posible, misil, ni capa que nos proteja,
y los dinosaurios desde sus tumbas de tanques rieron,
y después cayó la piedra.