Una lágrima por nuestro primer encuentro, por el instante en que detuviste mi mundo para enseñarme el tuyo, al que yo erróneamente confundí como nuestro.
Una lágrima por nuestro primer beso, por esa exacta sensación de infinitas plumas aterciopeladas jugando sobre mis marcadas costillas.
Una lágrima por estos tres años de honda soledad con tu compañía, pues así apodaba yo a nuestro asunto.
Una lágrima por la primera vez en que nuestros cuerpos desnudos se ensamblaron a la perfección, como dos piezas de un mismo rompecabezas. La noche que simuló ser eterna. La noche en que nuestras almas se fundieron al ritmo de un viejo jazz. Esa primera vez donde aprendí a entregarme cabalmente a ti, en todo mi esplendor.
Una lágrima por todas las promesas que resultaron ser las mentiras más lindas que alguien me confió. Por tus ilusiones inventadas y tus versos redundantes a medio contar.
Una lágrima por todas esas lágrimas que ocasionaste con tu partida. Por cada desvelo y cada insomnio de los cuales solo tu ausencia es la
culpable. Por ser el protagonista de mi débil obsesión.
Una lágrima por las veintidós peleas, las quince razones y los tres sermones que me hacen odiarte desde lo más profundos de mi ser y una, sólo una, por el único motivo que me hace amarte aun más.
Una lágrima final, una última lágrima por cada gota de pasión consagrada a ti, y por la promesa de jamás derramar una lágrima, por alguien más.
Ignorando la media lágrima negra que produce tú recuerdo al escribirte hoy, me despido mi amor.-
Oh.. valla final...
...Una lágrima por un final feliz...
Carencia? Desconosco el motivo de la obra pero es maravillosa.
Graciias Luz.
Kevin