Escupo mis desvaríos con un regusto de mieles y en secuencias irregulares de pulso. Nada me importa sino la enjutez de algunas pisadas humanas, la repetición de palabras vacías de sonido o el ostracismo de un hueso fósil. Me sacudo de lo que me clave.
Deambulo digiriéndome las carencias, formando las facciones de un aire ilusionado, persiguiendo la atención reunida de lo que me demuda.
Recreo reunido se llama mi paraje, mas no dejo de mirar el barro viviente cercenado.
Hay un duelo conmigo cuyas estaciones participan de las formas enteras o fragmentarias. Todo me cabe, arraso los agotamientos.
Y mis desvaríos perduran, y lo sé, y no es mucho ni poco. Los tengo metidos en el cuerpo a gran voltaje. No me persiguen ni arrinconan, aun desde la fugacidad de sus semblantes.
Me debo tanto a los temblores de los enamoramientos como a los apareamientos salvajes.
Me queda lo que soy: una línea de vida.

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

3 Comentarios

• 

  Sonoridario

  Las palabras dibujan la realidad del mundo y aun en la ficción, forman parte de nuestra materia. Un texto algo más largo, preciso en sus sincronias, en ese estilo · que te define "...de frase completa y pensamiento certero. De amor, pasión, lugar, paisaje. Eres un quiebro de sentido, o el sin sentido necesario para saber escribir poesía. Un saludo.

  26/12/14 08:12

• 

  Luko1791

  No somos más que los límites entre una cosa y la otra. Nuestra misión es encontrar el equilibrio, desvariando de manera óptima como tú lo haces si es posible. Gracias por leerme, un abrazo entre funambulistas.
  

  04/01/15 09:01

• 

  Jeanpauljean

  Si todos somos una linea de vida...que se acorta..
  
  muy bueno...saludos

  06/01/15 11:01