“me corrió una oración a destiempo”
Andreas Altmann



nuevos dioses se han condenado a la tierra
enfundan recintos de cargadas cenizas

tiembla la noche que sólo quema…
ya no hay juglares que crezcan la bohemia
ni agualuz que pinte las pupilas

(vivimos dejándonos morir)

arden los desgarros buscando un corazón
asfixia el tedio tras largas horas de guardia
son siempre ciertas las mentiras

¿de qué sirve volver de una noche si el viento no logra tallar el día?

mas el monstruo no renuncia a los estigmas…
sólo guarece el pecho mal cerrado
ante la tragedia bruna que se alza como ola

-creador de Esfinges, ¿qué nos queda?
-yacer, yacer hasta que se calme la Bestia

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3 Comentarios

• 

  Amalaya

  En este texto que lo sentí como Mitología nocturna de la urbe, te voy a dar una esperanza al decirte que aun hay juglares donde crece la bohemia y el monstruo renuncia a los estigmas.Me encanto, y lo releí y releí.La bestia del final me recuerda a algo que tengo escrito acá que se llama el Tigre dormido, espero que te sirva.
  Un abrazo.
  
  Martín.
  

  30/08/14 11:08

• 

  Luia

  Gracias por tu comentario, Martín. Buscaré el poema que mencionás, siento la curiosidad de leerlo.
  
  Beso grande
  
  Lu

  07/09/14 05:09

• 

  Luia

  Gracias por tu comentario, Martín. Buscaré el poema que mencionás, siento la curiosidad de leerlo.
  
  Beso grande
  
  Lu

  07/09/14 05:09