COSAS DE LA VIDA
Era un hombre bueno.
Cuando era un chaval,casi un hombre,el mayor de sus hermanos;la desgracia azotó a su familia,su madre falleció,su padre ya lo había hecho años atrás.Se encontró siendo el cabeza de familia teniendo que cuidar a sus hermanos más pequeños...unos niños.
Se dedicó a la tarea,trabajando y cuidando a sus hermanos.
Tenía novia,y por supuesto ella quería casarse,pero sin la carga de aquellos.El no estaba dispuesto a abandonar a sus hermanos menores y así...renunció a casarse por cuidarlos.Le procuró a todos que continuaran sus estudios y siguieran luchando por sus futuros.Así pasaron los años y ese hombre continuó soltero,ya en edad madura.
Un mal día,tubo la desgracia de pisar de forma involuntaria a un energúmeno,que se revolvió furioso y le asestó un puñetazo que lo hizo caer con tan mala fortuna que se golpeó con un bordillo de acera y...¡murió!
Triste destino para un hombre que hizo la responsabilidad y el bien como una bandera personal de integridad.
No puedo evitar pensar en aquellos criminales con sus manos manchadas de sangre y de horrores sin cuento,como esos nazis escapados a Sudamérica que llevaron vidas de lujo y comodidad,que murieron tranquilamente de viejos en sus camas.
O esos sanguinarios dictadores que echados del poder reciben asilo en otro país,mientras disfrutan en sus haciendas del dinero manchado de sangre de sus compatriotas.
Y mil ejemplos más que podría dar de gentuza que viven de extorsionar,engañar,asesinar;y morirán tranquilamente en sus camas y respetados,temidos,por los que los rodean.
Cuando era un niño me enseñaban en las clases de catequesis que "Dios premia a los buenos y castiga a los malos"hoy no puedo más que sonreírme ante esa simplicidad ingenua e ignorante de la realidad.De existir una recompensa a nuestra bondad,no creo que sea en este mundo injusto que nos ha tocado vivir.
Creo que nuestra suerte en esta vida es en un alto porcentaje fruto del azar,de estar o no estar en el sitio equivocado en un momento dado;y no tiene nada que ver nuestras buenas intenciones para que un momento dado nos azote la desgracia o nos traten de manera injusta o humillante.
De todas maneras mejor es llevar una vida digna y acorde con la humanidad que se nos supone;pero sin perder de vista que nuestra suerte ,nuestra vida depende de ese hilo de azar que no mira ni condición ni comportamiento.Estamos solos ante la marea de la vida y sus azares;y esperar que nuestra "bondad" nos salve de todo mal,pensando en ese "Dios que premia a los buenos y castiga a los malos"es una ingenuidad que no lleva a buen puerto.
El mundo y sus injusticias es mucho más complejo que todo eso,y querer dar una explicación religiosa a eso, es una tarea bastante complicada a pesar de la FÉ.
El mundo no se comporta siempre con el hombre como debiera, pero indudablemente, la sociedad tampoco lo hace. Es triste vivir una vida que nos es ajena y morir poco a poco por dentro, ante la indiferencia de los demás.
Me parece muy buena tu reflexión.
Un saludo.