Versos secados al sol.
Ideas barridas por el viento.
Pugno por ser el mejor,
cuando ni vivo ni siento.
Farolas amadas por borrachos.
Bordillos que escupen frustración.
No hay paz para los honrados.
No hay lugar para la desilusión.
Porque aquí, comienza un viaje.
Será mi último sabotaje,
sin equipaje en el tren
donde ya no existe el bien.
Marcho de día, solo de ida.
Quemaré mi viejo plano
que conduce a tu avenida.
Alquilaré mi talento insano.
Mi alma ya está vendida.
Soy de los que piensan,
(aunque soy de los que olvidan)
que el que algo necesite,
es mejor que lo pida.
Me bastó un desquite
para trastocar mi vida.
Y arderé en la hoguera.
Por traidor, por amar.
Por atreverme a cruzar
la última frontera.
Y ahora estoy
al límite.
Huyo de Rajoy,
rumbo a Zihuatanejo.
Sin nadie a mi lado,
las noches son frías.
Las mañanas
saben a melancolía.
Me he despertado, y
ni siquiera he soñado.
Silbo esta canción,
sin haberla pensado.
Cumplo con la misión,
no importa el resultado.
Y ahora estoy
al límite.
Ignoro lo que me digas,
pero no dejo que me sigas.
"Melalcóholico" soy,
y un héroe seré.
Lo que no sé
es si sobreviviré.
Porque ahora estoy
al límite.
Curioso y genuino texto. Un saludo