No hay dolor, que me haga creer
que la vida es sólo desilusión.
Porque el tiempo es el rey,
y él marca a su modo la ley.
Recordarás, que ya te avisé,
que un día no lo conseguirías.
Que puedes elegir querer,
pero sin querer
acabar haciendo tonterías.
Descender con Virgilio
a ver a Satán.
Mantener tu idilio
con el sha de Irán.
Negarte a servir a tu ídolo,
que humea díscolo,
a tu alrededor.
Volver a llorar,
sin poder olvidar
tu peor error.
Dejar, volar la mente,
en el frenético presente,
desoyendo al amor.
Imprimir con los dedos,
dedos de color azul,
el color del que sigue tu credo,
el color que no defendías tú.
Saltar por la ventana,
aplastando a la chica de ayer.
Conducir como un suicida,
por la carretera del Edén.
Romper el pacto con tu motocicleta.
Vender al peor postor tu Beretta
calibre 22, que jodida jugarreta.
Perder en el casino,
correr sin descansar.
Huir por el camino,
que se construye al andar.
Tomarse una copa con un presidente,
quizá algo más fuerte con un amigo.
Ser de la CIA,
perseguir disidentes,
y cualquier día,
empezar conmigo.
Escribirlo todo en una canción.
Ese será, tu mayor error.
