Sol que me iluminó
recuerdo mis tardes de gato
deslumbrado por ti.
Premio del que tanto esperó,
reina del talento innato,
siempre por ti.
Cuando no tengo argumento,
escribo sin lamentos,
en tu feliz memoria.
Gracias por cambiar mi historia,
sin cobrarme sentimientos,
y cambiar el amor por euforia.
Dos décadas condesadas en meses,
una vida inmortal por compañera,
por símbolo una clave de sol.
Una mirada que mata muchas veces,
un solo de clarinete por bandera,
cabello de Medusa al celebrar un gol.
Bailar es tu forma de vida.
Qué duro hay que ser,
para camelarte con mentiras.
Encargada de tu taller,
donde encajas todas tus piezas,
querida reina de las sutilezas.
Cualquier época es complicada,
todo momento se acaba
si no apareces de reclamo.
Cumplir años no es nada,
excusas para cantarte sin trabas
y tomar el último gramo.
Nos vemos, por ahí,
no le pongas fecha.
Te pediré que me invites
y espero que no digas sí.
Que las alianzas deshechas
deben quedarse así.
