Hoy, que está lloviendo ahí fuera
no sé a quien esperas
mientras pierdes el tren de tu vida.
Dándote al placer de la bebida,
quemando los resultados de tu criba
y helándote en el calor de tu hoguera.
Atropellarás con tus pensamientos,
decapitarás a un cantautor.
Serán castigos poco cruentos,
gajes del oficio del amor.
Enciendes un cigarrillo,
revisas tus notas,
buscas un imperdible.
Eliges existir como en Trainspotting.
Te crees increíble.
Reina, rey y sota
perdición de los pardillos.
Pobre enamorada del speed.
Marquesa del cuarto estado,
heroína de la gente que no quiere.
Musa de poetas chiflados,
preparada para tu imaginación perder.
Adiós, no hablemos más
que ya no me interesan tus andanzas.
Nos hemos reído bastante,
juntos contigo y de ti
estando tú delante.
Pero no seré más,
tu teléfono de la esperanza.
