La libertad es una promesa.
Algo a lo que aspirar.
Y hoy tengo la certeza
que la voy a alcanzar.
La voluntad no flaquea.
Las fuerzas no disminuyen.
Sigo buscando pelea,
cuando el cuerno ruge
incitando a los combatientes.
Y aunque la vejez acuse,
y no me vengan contendientes,
me presento a luchar.
Porque no hay combate
sin sacrificio,
ni tampoco aceptaré un empate.
Permíteme, musa, ese vicio,
de no estar cuando tú me reclames.
Y no me busques con desespero,
no quiero que ten el pésame.
Una duquesa es una duquesa.
Fiel rebelde de boca de menta,
rubia de los años 50,
heroína de televisión.
Una mujer es una mujer.
Nostalgia de los besos de ayer,
y agua de fuego de un géiser.
Dulce droga de liberación.
La libertad es una certeza.
Algo que viene y permanece.
De un nuevo día la promesa,
la trae el viento si anochece.
No respondo de mis actos,
no puedo ser Salomón.
Con un matrimonio de facto,
sin besos cierro el telón.
