"Y la lluvia que cae sobre justos e injustos
que con eficacia, cual reloj sin relojero,
hace su trabajo".
Para una duquesa que me aguarda y a la que veré, pero no tras esta lucha sino antes. Aunque no de forma real sino hasta el primero del próximo mes.
Hacía tanto que quería romper
tus cadenas y alambres de espino.
Antes que el mundo se rompiera él,
en guerras tete a tete con el vecino.
Y llueve, y sigue lloviendo, y lloverá, y caerá la lluvia. Y yo, que sigo igual, viviré a golpe de gubia, sobreviviendo.
Conseguí superar una prueba tenaz.
Ser ladrón de veintiún gramos.
Matar siete flores de un ramo.
Llegué a duque por mi capacidad.
Pero lloverá, y la lluvia cae, hasta junio por obra de Dios. Ay, que la lluvia anegará tu destino el mío inundando el río de los dos.
Violenta tormenta que, cruenta, arrasa.
Valiente tormento cual tabula rasa.
Videntes y lentos: "que me arrepienta" cuando el tiempo se atrasa.
Virreyes a cientos...que no sienta la solera de tu noble casa.
Y como cuarteto de cuerda
tocando un 14 de abril
el agua llega hasta mí.
Seguiré representando la función,
que el barco aún no se ha hundido.
Desbocado sin estribo
pero no acaba la canción.
Ni el público se ha ido.
Ni han cerrado el telón.
