Escapo de un fugitivo,
espía de este sinsentido
que rodea mi calle.
Olvidemos los detalles,
estudiemos lo importante,
e intentemos salir vivos;
ya que no hay más remedio,
para evitar este asedio
que trabajar juntos en ello.
Obviar las diferencias,
bebernos nuestra esencia
y quemar viejos contratos.
Divertirnos solo un rato,
caminar sin los zapatos,
fugaz eternidad,
penúltimo asalto.
Monedas de avión,
canjes de libertad.
Póker emocional,
corazón sin razón.
Rimas que no valen ni un centavo.
Decadencias que no sé postergar.
Trampas mías de las que soy esclavo,
Entierro tesoros a la orilla del mar.
Siete pasos incluso sin serpiente,
el quién es quién
de los que no pueden hablar.
La botella, impaciente,
esperando en el bar de enfrente,
jugando a salir del cristal.
¿Seré yo quién la libere?
¿O confío en el punto y final?
Esperaré a quien sea que espere,
solo pido algo original.
