[Velocidad: cuatro minutos/estrofa]
Tu vudú sangre azul,
mi corazón Libro Rojo.
Prometí no fracasar,
empaticé con mi odio.
No habrá libertad sin cambios,
ni escándalos exentos de pecado.
Y entre melodías de prestado,
la intimidad nos acoge a ambos.
[Sujeto, verbo, atributo]
Bailar es besarme en los labios,
soñar es perder la impaciencia;
llorar es romper tus abrazos
huir es cribar resistencias.
Aprendí, a golpe de verso,
que no importan las dudas
ni la insistencia del miedo.
Que la realidad que vemos se escuda
en las ilusiones que explota mi credo.
Y la verdad subyace desnuda,
y desnuda, si puedo
gozarla tan pura,
pues así la prefiero:
como serpiente que muda,
causa y efecto del juego
en el que mueren excusas.
No hay lluvia que te ahogue,
ni canción que no te aclame.
No sé si seré más hombre
por llegar para quedarme.
Pero más fuerte me siento,
cuanto más ves mis cicatrices.
Y menos, menos me arrepiento,
de escribir si no estoy triste.
