Me embarga un sentimiento
que hasta hace un instante,
no podía recordar.
Soñando a sueño lento,
perdido entre diletantes,
mi mente empezó a divagar.
La mañana golpeó primero,
en el último minuto.
Las muecas eran de acero,
la melancolía dio su fruto.
No vas a llorar,
eres tan orgullosa
como la luna creciente
que ilumina mi noche.
No voy a gritar,
por esas pequeñas cosas,
y el funesto presente
al que tú le pones broche.
Éramos, los dos juntos,
sombras de la misma estrella.
Aliviamos ambos el luto,
pacificamos toda las guerras.
Yo en un hotel de Madrid,
derrapé y caí como un tonto.
Error alejarme de ti,
y olvidarte demasiado pronto.
Y ahora tal vez estés mejor,
pero tu cicatriz es profunda.
Encontraste tu Buen Amor,
yo continúo en esta jungla.
No te guardaré rencor,
solo sigue y suma.
Luko:
"Éramos, los dos juntos,
sombras de la misma estrella.
Aliviamos ambos el luto,
pacificamos toda las guerras".
Amigo, la vida y sus contradicciones siempre nos llevan por caminos desconocidos. Lo que un día fue amor ahora es desamor. Me encanta esa actitud no revanchista ni rencorosa que adoptas. Ella realmente no sabe lo que ha perdido.
Saludos.
Serge.