Ya casi son cuatro días que quise invitarte a salir,
Te busque más de mil horas,
Te espere, intentando hacer realidad mi deseo,
Pero tú nunca apareciste.
Por un momento eleve mi subconsciente,
A tal grado de verte y tenerte cerca de mi.
Llegar como si nada hubiese pasado
Llegar y darte un beso en la mejilla
Como la primera vez
Platicar horas y horas de lo cotidiano,
De ti, de mi, de nuestro entorno,
De lo que no has pasado durante todo este tiempo.
Tú y yo, solos en ese lugar blanco,
Lleno de luz, de recuerdos,
Decorado con prados llenos de flores,
Y a los costados repisas, donde podíamos sentarnos.
Tu y yo, ahí en ese otro lugar parecido a un bosque,
Acostados viendo los arboles,
Donde había veces que la mirada se nos perdía,
Imaginado un futuro largo y perecedero,
Imaginando nuestro amor a distancia,
Haciendo una barrera a todo lo malo que pudiese pasar,
Tan solo nuestro sueños
Pero, si lo se, es una locura pensar y creer,
Que pueda suceder esto,
Después de tanto dolor entre tu y yo.
Una locura francamente sensacional hablando irónicamente ¡Claro esta!
¿Una locura? ¿Un pecado? o ¿Una penitencia?... ¿Tu que crees?