Afortunada o desgraciadamente, nos reinventamos infinitas veces a lo largo de nuestras vidas. Lo divertido es que cada uno se disfraza cada vez con un aspecto diferente, un día eres una sirena y otro día una guerrillera de las Farc, pero siempre eres tú misma... porque aún teniendo un disfraz, o una ropa diferente... te sigues gustando.
A menudo, la película que estrenamos no llega a ser la que exactamente habíamos visualizado y aún con la duda de si nuestro personaje resistirá una nueva escritura, tomamos la decisión de hacer un montaje más personal. Un día te das cuenta de que necesitas añadir escenas al inicio y tratas de hacerle entender a alguien esa parte de la historia sin la que no se puede comprender mucho de lo que sucede después.
No siempre conseguimos una maravilla de vida, pero al menos ... seguimos intentando tener una gran historia.
