En la vigilia aletargada de la carne
palabras abrazadas caminan descalzas,
hilando invisibles noches,
entre emblemas de equipajes paradójicos,
sombra de guitarra, abandonada al aire de la nada.
Soledad que transitas como un cristal manchado,
como veleta anárquica en la nefasta distancia
acicálate el rostro en la memoria del mundo,
sálvame de esta vigilia estéril,
siempre inencontrable .
Olvidados maniquíes de voces dialogantes,
marcada por la otredad de su existencia,
somos seres escindidos,
perfilándonos en una noche incierta
de nefastas distancias,
Lamiendo el sagrado dulzor,
habitando la irónica proeza de existir
como una fábula que arde en la bruma del insomnio.
Doris Melo
2010
Olvidados maniquíes de voces dialogantes,
marcada por la otredad de su existencia,en verdad eres estupenda escritora, como manejas lo ilusorio de la identidad, besos.