TusTextos

El Mal Dormir.

Amanece que no es poco y Arturín sigue durmiendo.
El Sol asoma con fuerza después de una calurosa noche de verano y la habitación de Arturín se va recalentando conforme pasan los minutos… Pero el pobre Arturín sigue con sueño y duerme.
Arturín ha sudado mucho en el transcurso de la noche estival dejando un gran cerco de sudor en el colchón viejo resudado de tantas noches de sudor veraniego, pero Arturín sigue durmiendo. A voz de pronto, Arturín aun sumergido en los brazos de Morfeo (Antiguo Dios griego del sueño) murmura unas palabras o gemidos ininteligibles que dejan entrever que no duerme a gusto, pues el Sol está recalentando la habitación demasiado, aún con la persiana cerrada y la ventana abierta, abierta sí, pero con poniente mañanero, pero Arturín está muy muy cansado, Arturín sigue durmiendo.
Arturín va a perder mucho peso si sigue durmiendo de esa forma, con este calor y la habitación orientada con toda la mala leche de esta manera, en verano cara al Sol y en invierno sin él, pero Arturín se ha acostado tarde y con tanta cena que increíblemente sigue durmiendo.
Arturín empieza a recobrar la consciencia poco a poco como si la hubiera recobrado de un largo desmayo traumático. Se nota la mejilla húmeda y con la cara pegada al colchón se da cuenta que ha soltado muchas babas durmiendo boca bajo. Los parpados pegados le pesan tanto y nota que va rompiendo las legañas al abrirlos, legañas que se le han soldado a los ojos, pegándolos con fuerza y él opta por estirar los parpados con los dedos hacia arriba, extrae un trozo de legaña y lo tira al colchón húmedo y recalentado con el calor brutal del día y del calor del cuerpo de Arturín.
A Arturín le duele mucho la cabeza de repente y sentado en la cama con toda la habitación cerrada e hirviendo, intenta recuperarse un poco pero lo está pasando mal el pobre, después se levanta aturdido de la cama corriendo a trompicones, hacia la nevera, para coger la botella de agua de litro y medio, para beber con avaricia hasta acabársela,-¡Estoy sequísimo! Dice mientras bebe.
-¡Que Hambre tengo! Piensa Arturín y se prepara un vaso de leche con galletas para ingerirlo con mucha ansia, pero no piensa que tiene el estómago lleno de tanta agua que ha bebido, estando en ayunas, agua que entra en contacto con la leche y las galletas en su estómago, agua que estaba fría del frigorífico. No tarda Arturín ni tres minutos en vomitar compulsivamente, después de esa reacción química en el organismo, manchándose la cara, el pecho y el sillón.
Arturín se mete en la ducha tan hecho polvo, que se mete con el pijama dentro, abre el grifo y con agua fría, se queda una hora sujetándose la frente con la balda de la estantería de los champús de la ducha, para ver si consigue recuperarse de ese mal dormir.
Texto Manu Cueva.
www.metodologiachorra.blogspot.com
Manucueva19 de abril de 2011

Más de Manucueva

Chat