Foto
Los colores que le demos a nuestra duración en la tierra serán reflejos de las ganas y el entusiasmo de vivir que pertenecerá sin duda y sin lugar a discusión a cada experiencia que nuestras emociones transiten a lo largo y duración de cada segundo, minuto y hora. Una foto podrá hacerme recordar lo lindo y bello que fue ese momento, aunque lo lindo y lo bello solo será el recuerdo que habita en mi mente al ver esa foto.
Una foto tiene tanto matices e interpretaciones como todas las personas que salen en esa foto y vivieron el mismo instante, la misma experiencia. Sin embargo, no quiero ver mi vida detenida en un solo instante, y no creo que exista dispositivo alguno que pueda grabar o capturar la sensación de compartir lo que uno más ama o la satisfacción de haber logrado experimentar una vivencia auténtica cuando ya nos encontramos de vuelta en casa. ¿Sacar una foto de la experiencia presentada o experimentarla y que no queden registros más que en tu memoria?¿Vivir la experiencia mientras saco fotos o sacar fotos mientras vivo la experiencia?. Mi respuesta es como la de cualquier otro ser humano, solo que mi seguridad hace que la lleve a la práctica. La teoría es fácil, pero esto no es un examen.
Guardar una imagen del pasado para poder verla en un futuro es una acción que me podrá ser útil en los días que mis pies no sepan que suelo estén tocando y necesite del pasado para inspirarme y reconstruir el presente, pero debo transmitir a mi sabiduría que una foto no es más que el pasado de la misma vida que aun tengo a mano. Aquel que vive para crecer como persona comprende que no hay tiempo para guardar recuerdos dentro de un cajón.
Mis fotos son aquellas que nadie podrá ver pero que sí podrán escuchar, porque yo sabré que presencié ese momento, que no solo mi cuerpo estará ahí, sino que mi corazón y mi mente lo habrán acompañado para percibir la misma onda y así, vibrar juntos en coherencia. Es este el crecimiento que quiero tener e ir llevando continuamente en práctica aunque la sociedad haga que se necesite de halagos y reconocimientos. Que la foto haga una representación de un recuerdo cualquiera pero que no haga una imagen subjetiva de mí.
