Lo que Ya Tengo.
Luz necesito. Luz es mi añoranza. Pasa el tiempo y lo que miro es sólo oscuridad.
Te dicen que la busques; más no sé por dónde empezar. Escarbo sin sentido por las sendas de mi existencia.
Te animan a seguir viviendo, pero no logro enderezar mi camino. Sólo rastros de una inmensa oscuridad es lo que observo alrededor.
Te ofrecen ayuda; sin embargo, unas cuantas almas se quedan. El resto se va, dejando a su paso sólo amargura.
Y esas escasas almas que se quedan, caminan junto a ti como la misma sombra hasta los confines más profundos y temerosos; aunque el trayecto implique tropezar y golpearse contra cientos de obstáculos.
Pero los fantasmas que se van
¡Ah esos hipócritas y falsos! Esos, tropiezan solos a lo largo de toda su miserable vida.
Y es ahí, cuando reflexionando en mi interior; cuando mi meta en el trayecto de vida ha sido una búsqueda de luminiscencia. Todo es superficial: lo que he anhelado con tanta terquedad, ha estado ante mí, perpetuando claridad por mis senderos.
¡No tengo más nada que buscar!
Por: Marisela Solís S.
11/12/15
