El Camino
14 de noviembre de 2009
por mariano
Lanzaste el sortilegio de tus encantos y el consuelo de la tormenta, anuncio la llegada de tu júbilo, al amparo del desierto misterioso de tu orgullo socavando heridas, mientras fuí conmoviendo los encantos tórridos de tus palabras y las dadivas descansan en tus manos trémulas, aunque no caigo en el abismo porque la diadema estaba en tu alma y fui confinado a guarecer la reliquia de tu sonrisa. Persistente ilusionado, absorbido por un hado sin tiempo, cincelo pensamientos lúgubres, mientras levito por parajes extraños a mi razón. Quiero mecer tu cielo en las cuencas de tus inquietudes, formando un espejismo de vida, reluciente presencia del ajuar de nuestra historia.
Isobaras son, en un mapa meteorológico, la líneas que unen puntos de igual presión atmosféricas.