30 de mayo. Algunos hoy celebran que están vivos un años más, algunos celebrarán su aniversario de boda, de pareja... Y yo.. Yo simplemente lloro. No celebro nada, perdí. Perdí a alguien que nunca querría haber perdido. Odio os 30 de Mayo, no los soporto. Parezco estar gafada. Hoy tumbada en el sofá de mi terraza miraba al cielo pensando en todos los momentos que pasé junto a esa persona, y de repente como si fuera cosa del destino vi aquel anuncio. Un anuncio sobre e cáncer. Una mujer escribía postales de felicitación desde los 2 años hasta los 21. Su hijo acababa de nacer y ella sufría cáncer, su despedida supongo. Y no pude contener mis lágrimas, pero cuando a mi amiga le dieron la noticia ella era muy pequeña, ocho años. Y desde aquel día no paró de sonreír ni un mísero instante. Sabeis? Con catorce años mi primer novio me dejó y vino ella y me dijo " No llores tonta que habrá mejores, quién sabe si a mi me dará tiempo a que me dejen, y me ves llorar? Lo que tenemos es un don y lo tuyo pecado, tu aún puedes disfrutar pero yo no sé cuanto tiempo me queda, así que no pienso derramar una lágrima" Empecé a reír como una loca, y un año después ella se fue. No lloré, me hice la promesa de no llorar en su funeral y cumplí, seguro que es lo que más deseaba. No me creen cuando cuando cuento esto, parece de película, pero la verdad es que si que existen personas así y yo tuve la suerte de poder conocer a una y me abriera los ojos. Vivir es un don.
