Contaban los cielos que un día se cayó el mundo.
Y en el estrépito formado, se levantó una nube.
Nuvol de polvo y ácido, de vida y esfuerzo.
Y desde aquel día..., la vida fue..., la vida existió.
Si fue de un pedo enorme y salvaje que salió
no dicen nada los estudiosos o los de libros autores
Si de un reventón de pus o de un estornudo divino.
No hay religión que nos aclare dicha formación.
Pero he aquí, que nos da igual
si pedo, si reventón o si estornudo
pues somos de sus criaturas las más inteligentes
somo ¡tan inteligentes! que pretendemos destruir la obra.
para crear otra, a nuestra imagen y semejanza, cómo decir..., ¡perfecta!
Ríanse los cielos de todo lo corriente y conocido
Pues prestos a volar estamos en su dirección y cobijo
Ese día, empezará el nuevo día... , el día del hombre muerto
Ríanse los cielos de todo lo corriente y conocido
Pues prestos a volar estamos en su dirección y cobijo
Ese día, empezará el nuevo día... , el día del hombre muerto.