Buscándome he encontrado mi espejo
grande, profundo, oscuro, pero lleno
Infinitas presencias deambulan rasgando el eco
en el vacio inmenso de un ser desecho.
Adorábate en vida, al otro lado del reflejo
Soñaba en mis dedos, la piel de tu aliento
mientras escuchaba una sinfonía adusta rebotar en mi pecho.
Mas nunca quise recordar la mirada de tus frios ojos.
Jugaba a sonreír, o a disimular un cruel enfado,
gesticulaba coqueta intentando esquivar un movimiento en falso,
reflejada en líquido cristal dónde se ondulaban mis cabellos,
más los tuyos siempre fueron débiles, finos y lacios.
Ahora, roto ya el sueño, calmas ya las tempestuosas aguas,
la ceguera se hizo luz, la luminiscencia de un infierno.
Se abrieron las simas, se desplomaron los cielos...
Ya no puedo jugar a sentir lo que no siento. MUERO
Marinera:
Amiga de los mares, este poema me ha seducido, me encantan los espejos y las imagenes que has dibujado en ellos.
Un gusto leerte.
Sergio.