Vampiros de 16 Años?
07 de junio de 2012
por marioignacio
Ángel estaba boquiabierto, ante él estaba un verdadero vampiro, de carne y hueso; las historias que le contaba su hermano y los libros que habitualmente leía se quedaban cortos frente al ser que tenía frente a sí. Su corazón latía tan rápido que le dolía el pecho, sus manos sudaban y su boca estaba seca.
-¿Cómo te llamas?- le preguntó trémulo, sonriéndole seductoramente el vampiro desapareció de su vista; Angel soltó un gemido de placer cuando la mano del vampiro lo abrazó por la espalda y se deslizó hasta su sexo, que se despertó al instante, -Dénova- le dijo al oído en un susurro, su lengua jugueteó dentro de su oído arrancándole mas suspiros que se hicieron entrecortados.
Desapareciendo nuevamente el vampiro le preguntó a Angel -¿Qué quieres niño?- el todavía excitado por las caricias habló tratando de controlar sus respiraciones Q-q-quiero convertirme en vampiro-. Apareciendo a un lado de él lo tomó por un brazo y suavemente lo condujo hasta la cama invitándolo a sentarse, a lo que él obedeció como un niño pequeño. Después el vampiro tomó una silla y se sentó con el respaldo al frente, revisando sus uñas manicuradas le preguntó como al descuido -¿Por qué?-.
-Quiero vivir eternamente-. La respuesta vacilante de Angel provocó una carcajada del vampiro, sacó un cigarro de una fina cigarrera dorada y con ademanes delicados lo prendió, dando una profunda bocanada del azulado humo; Angel saco un maltratado cigarrillo del calcetín, que le había robado a su hermano mayor y rebuscando en sus bolsillos trató de encontrar sus cerillos. -¡huy!- exclamó al ver de repente la llama que le ofrecían frente a sus ojos. Con el cigarro temblando en sus labios trató de dar la primera fumada, Dénova sonrió y el humo entró en los ojos de Angel.
El ruido de la tos retumbó por todo el lugar, el vampiro veía con curiosidad a Angel tratando de jalar aire, al tiempo que apagaba el cigarro a pisotones, dando otra bocanada se entretuvo haciendo voluptas hasta que Angel recobró el aliento. -¿Cuántos años tienes?- fue la pregunta del vampiro cuando Angel se volvió a sentar sobre la cama. Casi tengo los diecisiete-; soltando un suspiro Dénova puso cara de aburrimiento Otro niño-, -¡Ya no soy un niño!- respondió Angel incómodo Ya no-.
-¿Has matado ya a alguien, has sentido la muerte?, ¿te has embriagado al menos?-, -No, mi mamá no me deja tomar-, -¡mamá!, quiero ser vampiro pero mamá no me deja tomar- se burló Dénova. Sacudiéndose el pantalón se dispuso a irse. -¡Espera!, ¿No me vas a hacer vampiro?-. Quítate los barros y vive antes de eso- fue la respuesta cuando atravesaba la puerta.
-¡Vete al diablo!, no eres mas que un fraude-. Dénova se quedó quieta al escuchar eso. Apareciendo detrás de Angel le clavó las uñas en la espalda y lo interrogó -¿Entonces porqué me llamaste si no me crees, para qué me haces perder mi tiempo?-. Oleadas de dolor recorrían la espalda de Angel, la sangre goteaba, manchando su playera blanca. -¡Contéstame!, ¡¿Para qué diablos quieres ser vampiro?!-. -¡¡Quiero ser otra cosa!!- quiero ser otra cosa-.
Levantándole la playera Dénova mojó sus dedos con la sangre y le humedeció los labios a Angel, que abrió los ojos que tenía cerrados con fuerza. El sabor salado de la sangre le pareció sublime, inconscientemente comenzó a lamer los dedos de Dénova, quien hacía lo mismo viendo fijamente a Angel y sonriéndole sensual.
-Quítate la camisa y párate ahí- le indicó, -Si conoces nuestros ritos de iniciación entonces sabrás que tengo que morderte primero- a lo que Angel asintió levemente.
Rozaba ligeramente el pecho de Angel con sus uñas largas, acercó su rostro hasta estar a solo unos centímetros, -Ser un vampiro es vivir mas que en la propia vida-. Angel aspiraba el aliento de Dénova, el olor dulce le producía mas placer que nada. Cuando Dénova se separó Angel pudo observar claramente el par de colmillos, un escalofrío recorrió su cuerpo involuntariamente.
-Relájate y disfruta, pronto serás otra cosa-. Angel sintió la mordida en el cuello y un placer indescriptible inundó todos sus sentidos, todo a su alrededor resplandecía con nuevos colores, la emoción de ser un vampiro le dejaba la mente en blanco; su sueño iba a ser realizado.
Cuando se dio cuenta ya estaba demasiado débil, un minuto después cayó muerto; Dénova, con la boca ensangrentada sonreía Ya eres otra cosa, eres un muerto-.