En la mesa reíamos,
Sin titubear.
En la mesa bebíamos,
Sin sobresaltos.
Sudabas belleza.
Con las horas me apagaba,
Sin desearlo.
No mirabas más.
Yo deslucía mi personalidad
Con blasfemias
Vos brillabas,
Como hermoso ejemplar de hembra argentina.
Vaya,vaya...debes ser dueño de alguna estancia, hasta las vacas mugiríanLl ante tanto atropello a la mujer.Lamentable.