No me voy a resignar
a mirar t.v en un triste sillón
No me voy a resignar
a sentarme en la vereda
No me voy a resignar
en un pueblo olvidado
a esperar ver llegar
la dama de negro en su etéreo caballo
No me dejaré caer como fruta madura
Solo esperaré abrazar
los dulces resultados
de la extraordinaria lotería
universal.