Canciones tristes y vino barato
en las tibias noches de libre albedrío.
Ladrón de besos en los bares
repletos de maniáticos.
Sutilezas enroscadas en pingüinos
de porcelana y whisky extra añejo
en tu hígado doblado al medio.
No recuerdo nada de la noche anterior...
Lo devoré, hay poemas para meditar, soñar, reír.......
Y otros aparte para devorarlo.
Un saludo