TusTextos

Hace Mucho que Quería Escribirte Esta Carta... (segunda Parte)

Hace mucho que quería escribirte esta carta, mucho más después de recibir la tuya. Al leer tus últimas líneas sentí que el corazón se me saldría del pecho. No quiero que mueras…

Disculpa si las líneas se ven borrosas pero después de escribir esa última palabra he comenzado a llorar como no lo había hecho en años. Años atrás, cuando estaba contigo, cuando decidí que más nunca volvería a derramar una lágrima por ti y sin embargo aquí estoy, con las mejillas húmedas y los ojos enrojecidos.

Sí, me he casado con un hombre bueno, digno, honesto y leal, sé que me ama y yo lo quiero, pero a veces no sé si yo soy digna de él. No creo merecerlo. Sé que tú no estarías de acuerdo con mis pensamientos, pero es la verdad. No he sido honesta, le he mentido a él, a ti y a mí misma.
A él no le he dicho la verdad sobre mi pasado, sobre nuestra relación, aunque no lo creas, aun a pesar de tus actos, tus mentiras y engaños, no me avergüenzo de haber estado contigo, porque fuiste mi primer amor y porque fuiste y siempre serás parte de mi vida.
Es un hombre bueno y cariñoso, nunca he tenido dudas sobre el, nunca he sospechado algo malo sobre el… Pero jamás sentiré con él lo que sentí contigo.

A veces siento rabia, porque tú cambiaste mi vida por completo, me cambiaste como persona y como mujer. Contigo sentí millones de cosas, así como me hiciste la mujer más feliz del mundo, también me hiciste la más miserable e infeliz de todas.

Todo absolutamente todo lo que sentí contigo, jamás lo volveré a experimentar con nadie, en parte eso me alegra como también me entristece. Me alegra porque sé que no volveré a sentir tanto dolor, un dolor que me destrozaba por dentro, pude sentir como mil cuchillas me atravesaban el cuerpo cuando me dijiste esas horribles palabras, cuando descubrí tus mentiras y cuando te encontré con otra mujer.
Por dios, de verdad creí que moriría, no creí que sería capaz de superar tanta miseria. Muchas veces, mientras lloraba en silencio por las noches, rezaba por despertar sin vida. Estaba demasiado agotada de sentir dolor que no pensaba con claridad.

Me entristece porque también me hiciste feliz. Mi corazón retumbo de alegría la primera vez que me dijiste que me amabas, mi cuerpo entero se estremecía cada vez que me acariciabas y cada vez que me besabas, para mí el mundo se detenía. Saber que despertaría entre tus brazos me hacía sentir que mi día seria perfecto y que nada podría arruinarlo, claro excepto tú.
Dude muchas cosas sobre ti, pero siempre estuve segura de que tu estarías para mí cuando más lo necesitara, estarías para protegerme y darme seguridad. ¿Recuerdas cuando murió mi padre? Cuando dejo aquella deuda por la que querían matarme a mi madre y a mí. Tú me abrazaste y me consolaste el día del entierro, me diste las fuerzas para seguir adelante y poder ayudar a mi madre. Los matones no aparecieron por la casa, aun cuando habían hecho serias amenazas. Tuve la leve sospecha de que habías tenido que ver algo con ello y lo comprobé cinco meses después al leer el periódico.

Después de aquella pelea en la que ambos dijimos cosas terribles mi madre falleció, te llame sin pensarlo dos veces y como yo sabía, estuviste a mi lado.
No creo que mi esposo pueda hacer esa clase de cosas después de pasar por lo que tú y yo pasamos, él es un ser racional, tú y yo nunca lo fuimos, seguramente fuimos una de las parejas más irracionales del mundo. ¿Pero no es así el amor? ¿Completamente irracional?

Estoy llegando a la parte más difícil de mi carta. ¿Por qué digo que te mentí? Antes quiero que entiendas que en ese momento estaba enojada, herida y llena de sentimientos acumulados, lo único que quería era hacerte daño, hacerte sentir tanto dolor como tú a mí. Por una vez en mi vida decidí ser como tú.

¿Te llegaste a preguntar porque todos tus cómplices declararon en tu contra? ¿Pasaste noches en vela preguntándote quien era el testigo X? Te puedo responder esas preguntas porque fui yo quien mediante mentiras y artimañas puse a todos en tu contra, fui yo quien atestigüe en tu contra bajo el nombre del testigo X. fue gracias a mí que te metieron en la cárcel.
No sé si ahora estarás odiándome, pero es que lo hice porque que querías que sintieras lo que yo había sentido. Cuando vi que te llevaron esposado, cuando te vi detrás de esas rejas, te juro que me arrepentí, pero ya era demasiado tarde. Tuve que armarme de valor para presentarme ante ti y decirte que no te esperaría, que debía seguir adelante y que estaba decepcionada. Aquel día mientras derramaba lagrimas, no eran de decepción por ti sino por mí. Me convertí en una mentirosa traicionera, me convertí en ti.

Sentía y todavía siento muchísima culpa, pero aun así no dejo de creer que te lo merecías. Habías hecho demasiado daño, no solo a mí sino a esas personas que asesinaste, tanto culpables como inocentes y también a sus familias.
Soy culpable de que estés solo y sin nadie que te de apoyo. No creo que llegue a ser feliz, me he conformado, que es diferente. Siempre te recuerdo y siempre lo haré, aunque mis días son a veces ajetreados, siempre tengo un momento en el que apareces en mis pensamientos, siempre hay algo que me hace recordarte.

Yo te perdono, te perdono todo y cada uno de tus errores para conmigo, te he perdonado desde hace mucho tiempo, pero no había tenido el valor de decírtelo. Ahora que sabes la verdad te pido que me perdones, no sé si es mucho pedir, pero es lo menos que podemos hacer uno por el otro. Perdonarnos y aceptar las verdades. Es lo único que te pido y por favor no te dejes llevar… No quiero que mueras, porque yo, yo te amo y lo haré por siempre. Nunca lo olvides, siempre estarás en mi corazón, nunca amare a nadie como te amé a ti.

Con cariño… tu único amor.


3 semanas después:


Lamentamos informarle que el prisionero Bejamin Cole, al que usted le envió una carta, falleció en su celda después de enviar una carta a su dirección. El difunto no tenía familiares o amigos a quienes pudiéramos notificar. Después de recibir su carta hemos sabido a quien avisar del deceso.
Le enviamos nuestras condolencias y la carta que envió. No ha sido abierta por nadie, por lo que respetamos su privacidad.

Nuestros más sinceros respetos.
Penitenciaria del estado.
May1404 de septiembre de 2012

Más de May14

Chat