Voy a cortarme por la mitad.
Mirales, parecen vagamente ridículos, todo, es espejismo, ya nada les sorprende, ni la angustia, el hastío o el remordimiento.
¿Porque lo hacen? ¿Porque se engañan?
Quien les heredo la mentira tan piadosa, tan profunda y severa...
Incrédulos! Que piensan que con un globo aquietaran sus almas.
Pobres hombres..corriendo con fervor al abismo, y que harto de su sangre, prefieran en suma el dolor a la muerte, y el infierno a la nada.
Anda, dile a este abonizarnte que el lobo ya olfatea.
Tu forma de escribir me ha recordado a Shakespeare, una forma de ver la vida con dramatismo, pero a través de la retórica mejor argumentada, a través de un monólogo muy bien construido.
