En la vida hay demasiado que ver antes de contemplar tu último atardecer, pues todo puede desaparecer en un instante gracias a la muerte o alguna de sus variantes, de hecho desde que nacemos morimos continuamente o así es con suerte y no repentinamente, un motivo suficiente para apreciar el presente más que cualquier pasado ya inexistente, todo momento en la vida tiene su encanto claro también fluctúa la atracción despertada en cada acto, basta cortar tus lasos con el mundo para extrañar incluso lo absurdo, con cerrar los ojos un tiempo podrás sentir que es perderlo todo sin morir, desde cosas importantes como los que amas hasta la simple acción de admirar la belleza de una dama, más vale disfrutar la vida mientras puedas para no lamentar nada cuando la pierdas. Lo que parece insignificante muchas veces es porque solo al perder algo su valor vez, como evitar hablar con los que aprecias y luego desear otra charla más cuando están muertas, hay demasiado que vale la pena conocer antes que tu vida pase a ser parte del ayer.
