Te pasas el tiempo pendiente de ellos: de que no les pase nada, que estén bien, que sean felices... pero luego resulta que eso a ellos no les importa. Que no son capaces ni de dedicarte una tarde que tú estás mal para hablar, ni de invitarte al cine, ni nada. Esto es así, no hay más. La verdad es que me he cansado un poco de fingir que todo va normal.
Si de algo me he dado cuenta estos últimos meses es que, realmente, solo me tengo a mí.