No sé, de repente todo carecía de sentido. No era la misma chica que jugaba, hacía y deshacía a su antojo. De repente, era una marioneta más. Me había convertido en mi propia muñeca, en un conjunto de palos de madera, botones como ojos y cabellos esponjosos. Lo único k me diferenciaba es que no había dejado de sentir, tal vez, había retrocedido varios años con respecto a mis emociones, eran más vivas, más infantiles, menos controladas.
¿Muñeca de quien sino del propio destino?
Muñeca que quiere salir a jugar y convertirse en titiritera, caminar por las calles libremente sin peso en sus piernas, correr, saltar y conocer nuevos caminos. Enamorarse de algún personaje real no de aquellos de película.
Las películas dejaron de tener sentido hace un tiempo, personajes que juegan, que interpretan un papel. No seré partícipe de un montaje que se acabará tan pronto como empiece, sólo dos horas y media de sentimientos.
Muñeca que quiere despertar de sí misma, quitarse el vestido, dejar de lucir modelitos, imaginarse un mundo a su antojo y hacer de su tiempo un preciado regalo que le fue concedido
Me encanta...tienes tanta razon