Donde erradico la locura me paras con tus talones. Caigo al suelo y la enfermedad me convierte en su presa. Y las lógicas se estropean sobre tus piropos. No tengo un camino que seguir, sin entender donde quedan las paradas de los buses me monto en tu avión de papel y lo rompo con mis pies. Soplas, tus pulmones se derrotan y mis escamas se complacen con la sangre de tu amor. Gritas hasta desgarrarte hasta darme todo el amor de tu rabia. Veloz, ya sé domar sus alas, ya encuentro a la princesa en la luna y te pido perdón.