Me Quedaré Sin Mantas.
No tengo nada hecho, mi espacio se cae cada cinco segundos.
Y no tengo paciencia para reconstruir el aire y soltar mis pájaros.
Y del viento se sabe que sólo trae temporales borrosos.
Entender por qué hace frío es difícil.
Tiro de la manta, me oculto y tú sigues hablando.
Si solo pudieses ver mi rostro en este momento quizá entendieses...
Sabrías cómo son unos ojos que se secan al amanecer mirando...
Si un simple pestañeo me encierra en otro punto del tiempo, y entonces...
Me siento mal, sin tu imagen
y entonces...
no sé donde estoy.
No dejas de hablar...
yo sigo escuchando.
Pero deseando que no me cierres la puerta, podría quedarme toda la noche llorando si la cierras, sabes que la soledad es demasiado para mí. Antes de ti.
Y nosotros podríamos haber tocado el cielo y no romper más mantas.
Pero los recuerdos pueden más que mis ojos, y tu sigues viviendo en olvidos mal cosidos.
Entre nubes, entre fechas y entre abrigos.
Me fijo a dónde he llegado, no sé qué camino sigo, ni siquiera sé si hay camino...
Tú ahí hablando y yo aquí pensando.
Cierras la puerta... pero no te has ido.
Tengo miedo.
Mi manta se rompe y tu rostro se adentra. Me besas.
Otra manta rota...
