Mágica dama, luna de agosto
déjame hablarte de mi júbilo angosto
tú que siempre llenaste de bendiciones
la tinta que habla de mi vivir insomne.
A ti, que velas los sueños más locos
que acompañas a los poetas como pocos
a ti quiero explicarte mi sueño más tonto
mi esperanza, mi más profundo aliento.
Mágica dama, luna de agosto
tú que conviertes la hiel en mosto
escucha mi súplica, mi sentir ambicioso
compadécete de mi mirada y su sentir acuoso.
A ti, que dominas el mar y sus mareas
que te escondes en los tallos de la ajedrea
a ti quiero rogarte que escuches mi petición
que te compadezcas de mi aflicción.
Mágica dama, luna de agosto
no le temo a la magnitud del costo
ni a la soledad de mis pisadas,
ni siquiera a la más dura bofetada.
A ti, que gozas en el ancho cielo
de románticos versos, de letras en duelo
a ti te suplico que escuches mi voz
que me liberes de este miedo atroz.
Mágica dama, luna de agosto
he aquí mi humilde manifiesto
quiero ser palabra, brisa, caricia
quiero ser desvelo, amor, ardicia.
A ti, que guardas del mundo mil secretos
que al desmembrado haces sentir completo
a ti te ruego ofreciéndote mi corazón cual pañoleta
ayúdame a conseguirlo, sé que nací para ser poeta.
Enamorado de tu luna, de tus letras, de tu decir. ¡¡Por Dios!!... sigue asi.
Un beso
Antonio