Después Del Suicidio.
07 de septiembre de 2012
por mirca
Siempre me dijeron que detrás de aquella puerta se escondía un tesoro magnífico, que podría ser feliz para siempre y que no tendría mas problemas, pero que si abría aquella puerta ya no podría volver atrás, me tendría que quedar allí para toda la eternidad. Algunos decían que aquel tesoro era mentira, otros daban su vida por decir que era verdad.
Yo, veía todos los días aquella hermosa puerta, aunque si os digo la verdad, sentía miedo cuando la veía. Muchas veces me acercaba, la tocaba, y su áspero tacto me asustaba, me hacía caer al suelo de rodillas y llorar hasta que no quedara agua en mi cuerpo.
Soñaba tanto con esa maldita puerta que acabé por obsesionarme, y por creer que todo era un mero entretenimiento absurdo y que lo verdaderamente bueno estaba detrás de aquella tabla de madera con llave.
Cansada de pensar todos los días con ella, tuve la decisión de abrirla y cruzarla, pero antes me despedí de toda la gente buena que había conocido aquí, les dije que me iba lejos, que no iba a volver, todos lloraban por mi ida.
Yo, en aquellos momentos, no veía el dolor de toda aquellas personas que me veían partir, solo pensaba en que la solución a todos mis problemas se escondía detrás de aquella puerta.
Decidí entonces abrirla, lo hice llorando, con el corazón encogido y con millones de recuerdos pasando por mi cabeza como un carrete de fotos. Estaba completamente aturdida, pero me recorría una fuerte sensación que me empujaba a seguir con mi decisión, y con precioso nombre, "ilusión".
Para mi desengaño, cuando llegué a lo que escondía aquella puerta, me caí al suelo sentada, con los ojos en órbita y con la mirada perdida. Aquello era una habitación inmensa, no tenía fin. Era oscura, como las noches de Luna nueva. Siniestra y fría. La nada que habitaba en aquel lugar me absorbía como un agujero negro.
Después de todo este tiempo he conseguido dar respuestas a todas mis preguntas, a todos mis problemas... ¿Pero, era realmente esto lo que quería? No. Yo quería ser feliz, y pensaba que la solución a mis problemas era esta y no, no lo fue. ¿Por qué lo hice? Porque la vida allí, me era completamente absurda, pero quizás lo fue porque yo me estaba obsesionando con que estaba siendo de ese modo. Y porque soy una egoísta, solo pensé en mí y en mi felicidad dejando a un lado la de los demás y el daño que estaba causando, un acto completamente inmaduro, yo, que presumía de no serlo.
emocionante este texto de verdad me ha hecho reflexionar y mucho... nunca pierdas las esperanzas y cuando necesites hablar con alguien aqui tienes una amiga