Confusión

Cada vez estoy más confusa, no se que intentas mostrarme, un día me insultas, y otro día me miras con cara de que soy yo la única que puede arreglar tu vida. ¿Qué quieres de mí? Dímelo de una vez, y así acabaremos ya con estas tonterías, con este juego raro, con estas mentiras o verdades. Vale, confieso que yo a veces tampoco me aclaro, que aún no tengo del todo claro lo que eres tú para mí. Eres una de las personas que más he odiado, eres una de esas personas que más daño me ha hecho, pero lo has hecho diciéndome la verdad, lo que soy y lo que el mundo ve que soy, me has dicho todo lo que la gente nunca ha sido capaz de decirme, y, a estas alturas aún lo sigues haciendo. Y me da rabia tener que decir esto, pero parece que me conozcas mucho más que el resto de personas, sin ni siquiera haber tenido la oportunidad de hablar con normalidad conmigo, o tal vez me has hecho creer que tu eres el único que dice la verdad. Pero cuando no me dices esas cosas, es cuando me haces dudar, porque entonces es cuando te pillo mirándome con esa cara de tonto que me encanta y me enamora, y, en cuanto ves que te he visto, empiezas a mirar a todas partes. Quizás estamos en la misma situación, quizás estamos cada vez más confusos con lo que podemos sentir el uno por el otro, pero, quizás todo sean imaginaciones mías y en realidad tú me odias de verdad, o ni siquiera me das tanta importancia como para llegar a odiarme. Pero el simple hecho de poder pensar que sientes y piensas lo mismo que yo, me hace ser un poquito más feliz, y un poquito menos triste.