¿Te pensabas que la distancia de más de medio mundo rompería el amor? Que equivocada estabas. Ahora, notas que cada día que pasa, aún le quieres más, cada vez tienes más ganas de verle, de observar atentamente su rostro perfecto, de escuchar de nuevo su grave voz. Y cada vez te duele más, ¿el qué? que el no te quiera, que él en estos instantes está sintiendo lo mismo que tú, pero hacia otra persona. Y tu, ves a esa persona, engañándolo con el primero que pasa. Pero no dices nada, no quieres romperle el corazón, no quieres que se rompa en mil pedacitos como el tuyo.

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